Burger joint

TEMA: Una cadena de hamburguesas compite contra otra de pizzas por ser la más exitosa en el mundo de la comida rápida.

MECÁNICA: Cada turno se divide en 5 fases: producción (los dos jugadores cogen cubos según su nº de restaurantes), intercambio de cubos y uso de habilidades especiales, construir/mejorar restaurantes o publicidad pagando los cubos correspondientes (lo que da puntos de victoria), calcular la puntuación actual y descartar los cubos sobrantes que no quepan en el almacén. Así hasta que gane el primer jugador en llegar a 12 puntos.

JUGADORES: Dos, a partir de 10 años.

NUESTRA EDICIÓN: En inglés de Rio Grande Games, aunque no importa el idioma ya que no tiene más texto que las reglas. Suele costar en torno a 20 euros.

DIFICULTAD Y DURACIÓN: Baja. Mecánica sencilla, con ejemplos, y partidas de una media hora.

EVALUACIÓN: Suficiente.

• Es un juego sencillo y corto, para pasar un ratillo entretenidos en pareja.
• Es frío y sin tema. La definición de muevecubos sin alma parece creada para él. 
• Hay azar, porque los cubos se sacan de una bolsa, pero una vez sacados se escogen por turnos y se pueden "reservar", intercambiar o coger más con las habilidades de los restaurantes; por lo que está bastante controlado.
• Los primeros turnos son un poco monótonos, sólo para conseguir los cubos que te interesan antes que tu rival.
• Las opciones están bastante limitadas a los cubos que robamos y suelen ser obvias. Aún así, malgastar un cubo se paga caro, y tenemos que pensar para optimizar su uso constantemente, ya que el que pierde, normalmente hubiera llegado a 12 puntos en su siguiente turno.
• Apenas hay interacción, excepto por la publicidad, que permite robar un cubo al rival, o por escoger cubos que le interesen, ya que podemos ver todo lo que tiene y lo que podría hacer.
• Es una carrera por los puntos. Nos da la sensación de que hay un camino más corto para ganar, por lo que se reducen mucho las posibles estrategias ganadoras, y puede acabar siendo un "sota, caballo y rey".
• Esto sucede en parte por el alto coste de los restaurantes grandes, cuyas habilidades especiales no se llegan a usar porque no compensa construirlos. Quizá se podría compensar reduciéndolo en uno o dos cubos.
• Aunque el juego no es largo, la mecánica resulta repetitiva y las partidas, por lo que hemos comentado, muy parecidas entre sí: acaban dando la sensación de que gana el que antes consiga construir X-Y-Z.
• Para ser un filler, si no está de oferta, es bastante caro.