Crazy Coconuts

TEMA: Somos los monos más habilidosos, elegidos por el antiguo rey de la Montaña de los Monos, jugando al juego de los monos, de encestar cocos, para decidir quién gobernará el lugar.

MECÁNICA: Después de repartir dos cartas (con ventajas o hándicaps para el rival) a cada jugador, colocar los vasos en su sitio y a su mono detrás de la línea roja de su tablero, en cada turno un jugador tira un coco: si encesta en un vaso amarillo, se lo lleva y lo coloca en su tablero; si lo hace en uno rojo igual, pero puede volver a tirar. Así hasta que un jugador complete una pirámide de 6 vasos (y gane) o se agoten los cocos y gane el que más cocos tenga en su pirámide.

JUGADORES Y EDAD: De 2 a 4 jugadores, a partir de 5 años, siendo más divertido con 4, porque hay más pelea por los vasos, y más necesidad de ir a por los vasos de los rivales, que es lo más gracioso. También hay una "ampliación", llamada Coconuts Duo, para poder jugar hasta 6 jugadores, o jugar sólo 2 que añade además nuevas cartas.

NUESTRA EDICIÓN: Edición en alemán de Pegasus Spiele, aunque es independiente del idioma, excepto las reglas, que se pueden encontrar por internet en español. En tiendas se puede conseguir desde 22 euros.

DIFICULTAD Y DURACIÓN: Muy baja. Se explica en un plis y en unos 15 minutos se ha terminado la partida.

EVALUACIÓN: Notable.

• Resulta perfecto para jugar en familia, niños y mayores. Materiales buenos y bonitos, reglas fáciles de contar y recordar.
• Es pura diversión. Hay muchos juegos de habilidad, pero tirar cocos de goma con un mono de plástico resulta especialmente divertido. Y es muy adictivo. Con más de dos jugadores, ir a quitarle los cocos al que está ganando es un puntazo (kingmaking, pero divertido también).
• Además, aunque no lo parezca, puede resultar muy rejugable: por las distintas cartas que salen cada partida (aunque falta variedad de cartas) y porque puedes hacer muchas combinaciones de vasos ("escenarios") diferentes. También se pueden añadir reglas y cartas "caseras".
• La única pega importante que se le puede poner es que no es un juego de pensar y calcular. Y aún así, hay que estar más concentrado de lo que parece.
• Además, es cierto que tener que recoger los cocos por el suelo es un poco rollo al principio, pero también es un acicate para jugar mejor.
• Por último, también puede suceder que alguien tenga una facilidad innata con los cocos, puede frustrar al resto, pero eso puede pasar en cualquier juego de habilidad, y poco a poco puedes ir mejorando tus "técnicas de colocación (más importante de lo que parece) y lanzamiento de cocos", para mitigar la sensación de que los cocos van a donde les da la gana.
• Y es que aunque hay un pequeño toque de azar en las cartas (hay algunas mucho mejores que otras), al final quien mejor tira, suele ganar.