Al Cabohne

Hoy reseñamos un pequeño juego de cartas que encargamos en Zacatrus.

TEMA: Como agricultores cultivaremos judías compitiendo entre nosotros y contra la Mafia de las judías por obtener el mayor beneficio vendiéndolas.

MECÁNICA: Los jugadores, por turnos, podrán plantar judías en sus campos. Cuanto mayor sea el conjunto de judías de un tipo plantadas, más monedas obtendrán al venderlas. Al mismo tiempo la Mafia, como jugador ficticio cultiva y vende de forma similar pero "automática". Cuando se agota por tercera vez el mazo de robo, quien más monedas tenga, ganará la partida (los jugadores o la mafia).

JUGADORES: Es una especie de Bohnanza para 1 o 2 jugadores (a partir de 12 años): funciona bastante bien en solitario o en pareja.

NUESTRA EDICIÓN: En alemán de Amigo, que se puede encontrar por unos 7 euros. No importa el idioma de la edición ya que salvo las reglas, el juego no tiene ningún otro texto necesario para jugar.

DIFICULTAD Y DURACIÓN: Baja. La mecánica parece más compleja de lo que en realidad es (fácil de dominar tras la primera partida). Las reglas podrían estar mejor explicadas, dejando menos dudas que hay que resolver tirando de sentido común y foros. Las partidas suelen durar entre 30 (en el modo solitario) y 60 minutos.

EVALUACIÓN: Suficiente.

• Es aceptable, sobre todo como solitario, para pasar una media hora entretenido si no hay con quien jugar a otra cosa. Para dos personas, de cartas y con esta duración hay opciones mejores. Las partidas de 2 jugadores son más largas y repetitivas, demasiado para ser un filler, con lo que no da muchas ganas de repetir. Sin embargo, nos lo pasamos mejor siendo dos, pero porque no nos gusta jugar en solitario.
• El tema está muy pegado a la mecánica (que no es muy intuitiva). De hecho muchas veces al cultivar decimos: "construyo esto", sólo por la costumbre de otros juegos. Aunque los dibujos de las judías son graciosos.
• A veces da la sensación de que tiene más estrategia de la que parece y otras que tiene más azar del que parece. Y es que no permite mucha estrategia (evitar vender en determinados momentos para que no se beneficie el resto y "jugar" con la mafia) ni muchas opciones (a menudo el juego parece que se juega solo y uno simplemente hace lo que puede o debe hacer). Una clave está en saber cuántas judías quedan del tipo que tú, tu oponente o la mafia está cultivando y "rezar" para que salgan las que te interesan.
• Poca interacción entre jugadores, que se basa en controlar lo que cultivan/venden los demás e intentar algún bloqueo.
• En partidas de 2 jugadores, si uno ve que va a perder, puede hacer ganar a la mafia sólo para que no gane su rival. Es un problema de ser una especie de semicooperativo: los jugadores contra la mafia y entre sí.
• No es fácil ganarle a la mafia en las primeras partidas, y esto se agradece porque motiva a vencerla.
• Las cartas enfundadas no caben en la caja, aunque el juego es barato, las cartas no son de mala calidad y los bordes son blancos.

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