Rapa Nui

TEMA: Somos jefes tribales compitiendo por tener la tribu más próspera y por recibir el favor de los dioses en la Isla de Pascua (Rapa Nui).

MECÁNICA: Por turnos, jugamos una o más cartas y cogemos de los montones centrales tantas cartas como hayamos jugado (leñadores, recolectores, sacerdotes,...). El tipo de la última carta descubierta se puntúa: según el número de esas cartas en nuestra zona de juego, recibimos puntos de gloria, madera o cartas de sacrificio. Si jugamos un Moai, antes de robar y puntuar, comienza una ronda de sacrificio, en la que todos sacrificamos cartas de sacrificio en secreto, que nos darán puntos de gloria al final de la partida, por cada carta de sacrificio de ese tipo que quede en nuestra mano. Al final, quien tenga más puntos de gloria gana la partida.

JUGADORES: De 2 a 4 jugadores (a partir de 10 años), aunque es muy bueno con cualquier número de jugadores, con tres nos resulta más divertido, con el nivel óptimo de interacción y control.

NUESTRA EDICIÓN: En alemán de Kosmos, pero no importa el idioma porque aunque las cartas tienen el nombre escrito, basta con el dibujo para identificarlas y las reglas están traducidas en internet. Su precio ronda los 15 euros, aunque no resulta fácil de encontrar.

DIFICULTAD Y DURACIÓN: Baja. Aunque hay que tener un par de cosillas en cuenta en el orden y puntuación, la mecánica es sencilla y está bien expresada en las reglas, con ejemplos. Se explica en unos 10 minutos y se juega en menos de 40.

EVALUACIÓN: Notable.

• Tiene una mecánica un tanto diferente, es sencillo, rápido y vistoso. Apto, por lo tanto, para jugarlo con cualquiera, en pareja o en familia.
• Como juego de cartas que es tiene cierta dosis de azar, pero el juego nos da varias opciones para robar o planear las cartas que vamos a conseguir, por lo que no resulta decisivo, sino que aporta algo de rejugabilidad, que es quizá su punto más débil, ya que no se presta a jugar muchas partidas en poco tiempo.
• Sin embargo, hay distintas formas de ganar, y habrá que saber adaptarse a cada partida, evitando centrarse en una sola cosa (tanto en los trabajadores como en los sacrificios): aunque en principio parece que basta con tener madera y moais, el juego te obliga a mantener un equilibrio, salvo ciertos desequilibrios puntuales que te permitan una ventaja extra sobre tus rivales.
• Tiene interacción indirecta, pero importante, entre jugadores: estar pendiente de las cartas de sacrificio que juega el contrario y de robar antes que él las que le convienen para puntuar en lo que está flojo, será fundamental para adelantar al rival.
• Sin embargo, lo normal es que no te dejen escapar y se llegue a un final de partida muy nivelado donde el valor de los sacrificios será decisivo (y a veces sorprendente).
• Y es que los sacrificios son la otra clave del juego, que le da un toque de faroleo muy interesante y emoción al descubrir el valor que tienen al final de la partida. Porque hay que sacrificar cartas de un tipo para que tengan valor, pero al mismo tiempo tenemos que quedarnos con cartas de ese tipo para puntuarlas.
• Pese a a sus ilustraciones y algunas mecánicas, el tema no se deja sentir demasiado durante la partida.

PD: Se puede probar online en Yucata.