Imagen tomada de Devir.es |
MECÁNICA: Cada turno, jugaremos (en orden creciente del 2 al 10, incluyendo multiplicadores que deben jugarse primero) o descartaremos una carta de un determinado color y robaremos otra. Cuando se agote el mazo de robo se acaba la ronda. Entonces recibiremos puntos por las cartas que hayamos jugado de cada color (expedición), asumiendo que cada color que no supere 20 puntos, nos restará. Al final de 3 rondas, quien tenga más puntos gana.
JUGADORES: Dos, de 10 años en adelante.
NUESTRA EDICIÓN: En español de Devir, aunque no importa el idioma ya que no tiene más texto que las reglas. Se puede encontrar a partir de 15 euros.
DIFICULTAD Y DURACIÓN: Muy baja. Las reglas se explican en un plis y se juega entre 10 y 30 minutos (según se hagan 1 o 3 rondas). Pese a su sencillez, hacen falta un par de partidas para cogerle el truco.
EVALUACIÓN: Bien.
- Ideal para jugar donde sea y con cualquiera porque ocupa poco y es corto, tenso, entretenido y sencillo.
- Recuerda a los juegos de cartas tradicionales, porque es muy adictivo y pide revanchas.
- Aunque las ilustraciones son atractivas, el tema está pegadísimo: en ningún momento tienes la sensación de hacer otra cosa que no sean escaleras de colores.
- La influencia del azar es importante, porque en gran medida tenemos que esperar o suponer las cartas útiles para completar nuestra escalera y que éstas sean altas (no es lo mismo tener 2-3-4 que 8-9-10). A menudo provocará decisiones duras (descartar o jugar una "obligados", porque no salen las que queremos) pero lo acertado o no de éstas dependerá de lo que salga después, ya que sólo puedes intuirlo de acuerdo a lo que hace tu rival.
- La suerte puede provocar vuelcos a los que adaptarse, que aportan tensión: ver que no puedes acabar un color que empezaste o puntuar al final uno que salió sobre la marcha.
- Para compensar un poco sus efectos, es conveniente jugar 3 rondas, y poder recuperar una mala racha. Nos permite decidir mejor cuándo y cuánto arriesgar, evitando siempre puntuaciones negativas (cuidado con los multiplicadores!) que harían muy difícil remontar.
- Al descartar (una de las claves del juego), también da pie a un faroleo interesante (podemos hacer creer que no tenemos cartas de un color que sí tenemos o comprobar si nuestro rival tiene).
- Aunque puede parecer un poco solitario, tiene más interacción (indirecta) de la que parece: hay que estar pendiente del otro para decidir qué jugar y cuándo, reteniendo cartas que le servirían. Además, según nos convenga, podremos ralentizar o acelerar la partida al robar de los descartes en lugar del mazo de robo (que es otra clave).
- Pese a todo, no hay que pensar mucho y puede resultar obvio y repetitivo, llegando a jugar de forma mecánica si se juega muy a menudo.
- El sistema de puntuación es un rollo: muchas cuentas por colores que hay que hacer en papel al final de cada ronda (casi se tarda más en puntuar que en jugar).
- Si no se encuentra de oferta, puede resultar un poco caro para lo que es y los materiales que trae (las cartas demasiado grandes, el tablero es prescindible,...).
Muchos aspectos son similares a Battle Line, juego posterior del mismo autor que ofrece más opciones, una puntuación más pulida y mejor acabado, que reseñaremos más adelante. Puedes jugar a Exploradores online aquí.
Como decís, el Battle Line es tal vez un producto, de similares características, pero mejor acabado. Yo no tengo ninguno, aunque los tengo en el punto de mira. Sobre todo por este fervor repentino por el Dr. Knizia que me ha dado. Desde que he probado su Tigris & Éufrates me he cambiado de religión :P
ResponderEliminarGran reseña como siempre!
Jeje, nosotros compramos sin mirar autores, pero luego resulta que acabamos con bastantes Knizias, porque son sencillos como para jugarlos con cualquiera pero con un toque interesante y cierta profundidad. Y la verdad es que al menos uno de los dos tendría que entrar ya en tu colección! ;-)
EliminarGracias por comentar!
Es un juego muy distinto al Battleline, se pude jugar de forma más desenfadada y te echas unas risas cuando te arriesgas y fallas. Battleline es tensión pura, por las cartas de táctica.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que es algo caro para lo que ofrece, creo que está por 18-20 euros, aunque las imágenes de las cartas son preciosas.
El conteo es un rollo al inicio. En dos o tres rondas te haces con él, sobre todo cuando cuentas en negativo. xD
Es repetitivo, si, pero se juega tan rápido, en casi cualquier punto de la partida sabes si puedes ir a "explorar" o tienes que cerrar (incluso puedes contar las cartas que quedan para echar cuentas de si compensa) que a mi no me deja mal sabor de boca. No es algo que sacaría a mesa de forma intencionada, pero si lo uso para terminar sesiones.
Battle Line tiene algunas cosas de Exploradores, pero coincidimos en que es más tenso y completo, como hemos dicho. Pero en Exploradores tampoco puede uno despistarse, anoche sin ir más lejos tuvimos una remontada épica, que no hubiera sido posible sin mantener la tensión, jeje.
EliminarGracias por comentar!
Buena reseña.
ResponderEliminarA mí me parece un buen juego, no un Knizia de los más brillantes, pero me echaría partidas gustoso de vez en cuando a este juego si jugase a 2 (q no lo hago casi nunca xD).
El Battleline es más serio, como dice vilvoh, con más tensión. Es cierto que el Exploradores lo puedes jugar más desenfadado.
Saludos!
Aunque si tuviéramos que elegir nos quedaríamos con Battle Line, los dos tienen hueco en una misma colección. Son lo suficientemente distintos para eso, porque cubren diferentes necesidades o momentos, y tienen distintas opciones (que si el descarte en uno, que si las cartas tácticas en otro...por poner algún ejemplo).
EliminarGracias por pasarte!